Cristina trajo al aula el otro día un cuento clásico de origen chino que nos ha gustado mucho. Con los más pequeños siempre se capta más la atención con imágenes del cuento, pero aunque no hubo imágenes, supimos echarle imaginación para que fuera como si lo vieran. Nos gustó muchisimo. Con esta leyenda china podemos trabajar el valor de la HONESTIDAD, la importancia de ser justos y honrados en nuestra vida aunque pensemos que nos pueda doler o perjudicar.
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